viernes, mayo 27

Every time you make a move you destroy my mind.

Recuerdo mirar y encontrarme con ella. Me hizo gracia, parecía demasiado débil para estar por los barrios que mis pies me habían dejado estar. Quizás me equivoque. Y entonces, sin tener nada que ver, empecé a trajinar imágenes recientes; de un lado a otro de mi cerebro, sin echar cuenta, pasó esto. Lo de siempre, que pensar me revuelve las migas del desayuno:

"No deberían tocar como si fuera su propio cuerpo, apenas sin cuidado. No necesito una censura al estilo del Paquito, ni la ceguera para poder caminar sin cavilar: qué obsceno. 

Soy la primera a la que le chorrean las bragas sosteniendo el deseo. Y que puede ser, que cualquier día de estos me baje la bragueta en otro lugar, lejos de las persianas cerradas. Pero detesto con todas mis fuerzas, alzar la vista y chocarme con susurros cargados de porno, quitándole la magia al sofá que tendrá que soportar la vulgaridad de esos calzones llenos de mugre social. No deseo que se vayan a la mierda, ni que se atrevan a intentar reprimir la alegría que les da encontrarse con la mano de su compañero/a.

Pero por favor, un poco de vergüenza.

Con lo bonito e inolvidable que es quitar la camiseta de esa persona con la cabeza llena de líos, la cara enrojecida de la fiebre que llevas aguantando días, llenando las sábanas de cuentos y sueños, con la espalda cubierta de sus besos. El mundo cayéndose fuera de la habitación. Casi únicos.

Desmoronarte en aquella esquina, la de siempre, esperando ver el cuerpecillos que tre hace temblar aunque solo te esté mirando. Escribir de madrugada cuánto deseas poder dormir, "porque la almohada huele a ti". No sé, quizás haya veces que el café sea demasiado tiempo y el servicio de ese establecimiento sin gente, encienda las velas que serán testigos de nuestras locuras. Como eso de <<querernos para siempre>>.  

Y ahora dime que no. Es a eso a lo que me refiero, cafre sentimental. Está bien ser animales: mojar y comer. Pero es mejor esperar cada minuto, construyendo historias, asumiendo que esa persona te ha clavado en su cruz. Que duele imaginarte sus pelos enredados en otros dientes que no sean los tuyos. Siendo parte ya del puzzle que es tu corazón, arrastrando tu alma en cada grito al amanecer <<que perderte fue perderme>>

Me enfada de forma desquiciante observar cómo lo destrozáis.
Entre aquellos ineptos daltónicos, con gorras en la coronilla y música hecha con los ajustes de una atracción de feria, entre los buenísimos curas (HIJOS DE PUTA) que regalan caramelos a los niños pequeños, entre los que atraviesan ese infierno por encima, <<solo porque hay que procrear>> (já) y los otros que no saben ni dónde están, negando con la cabeza y asintiendo con las bragas y los calzones, <<que eso son cosas antinaturales>>.

Con lo maravilloso que es disfrutarlo. 
Poco a poco, pero disfrutarlo."


Eso es justamente lo que pensaba


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1 comentario:

  1. El disfrute, el placer, es sin duda lo que nos hace personas. En mi opinión, claro.

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Guapos y guapas