martes, noviembre 22

Un universo del revés, donde me odias más que ayer.

La magia del encuentro. Las formas de tocar un cuerpo. El estornudo de no escucharte. La voz sin voz del amanecer. El mirar la luna a través de los ojos que un día me clavaron en un lugar desconocido y cruel. Los brazos sin amor. Las bocas destrozadas de gritarle al cielo. Estrellas que brillan en tu ombligo. La verdad de toda mentira. La mentira de toda verdad. Esconderte de ti mismo, detrás del espejo del salón, encima del tenedor que está clavado en tus vísceras. Adelgazar para que quepas en este mundo con salidas a un futuro no posible. Ninguno de los casos nos gustó. Aterrizar en tus huesos, vestirte a trozos, rellenar el huevo entre tus sueños y mis pesadillas. Ver cómo te disfrazas de mujer mayor. Atraer rayos para carbonizar tus buenos sentimientos de parejas pasionales en el sofá; resquicios de juventud en bragas que antes vestía yo sin preocupación. Actrices que bailotean en mi sien. Arrumacos, cadáveres y suciedad. Películas que me hacen estudiar, entenderte a medias desde la cabina de la estación en la que nunca estuviste.

No sé cómo contarte.
Te vi hacer de las tuyas en el cumpleaños de satán.
Ese chico de ojos redondos
pelo rizado
ganas de morir.
No sé cómo decirte.
No sabes nada de lo que llevo tragado,
copas de cristal
celebrando tus desquiciantes ruiditos,
el bolígrafo
las medias rotas
las uñas de porcelana.
Haces como si nada,
saludas a mi alma,
yo sonrío,
te dejo pasar.

Ah no,
olvidaste el bolso y tu vida dentro de mi pulmón izquierdo,
duele no hacerlo,
tienes, debes
destrozarme
aniquilarme
repasar
cada
uno
de
mis
defectos.

Todavía me acuerdo.
Olías a miel.
Empalagabas como el ron,
te vomité igual que este.

Pero sigue escociendo
los ojos cristalinos
las barrigas planas
tapadas con mantas de roces;

te quiero mucho más que ayer,
me sigo haciendo trozos al verte aparecer.


1 comentario:

Guapos y guapas