jueves, junio 21

Vanmir lauten, karmekisen, karmeiiito.

Suena, al fondo. Distorsionado pero se introduce en el latido de mi corazón. Mi único corazón, repartido en 24 horas del día, para que siempre esté contigo, para cuando tengas tiempo. Te desnudas y en cada una de las cicatrices que te hacen los giros nocturnos, convertidos en llamadas telefónicas cargadas de metralla más allá de que la noche empezara y poco antes de que la mañana reiniciara. Poco a poco deshaces las conversaciones en gramos de comprensión, tus dientes asesinando cada uno de mis motivos de razón.

Te conozco, sé que cuando el cielo se abra entre tus piernas, te empezarás a reír. Como cuando me caigo de boca escaleras abajo, me rompo el pecho queriéndote y deseando por todo lo que la mujer que me hizo en noches de feria y desenfreno, te fijes en que hoy he llegado temprano a recogerte.

Levantas la ceja, escuchas como respiran mis manos y dices:

- Creo que había olvidado contártelo, ayer, mientras estabas esperando, para un día que llegas a la hora, tardé en bajar porque estaba hablando con la única persona que me dijiste que no soportabas. Hablando y riendo, riendo y cantando, cantando y llorando me dejó ver todo lo que le componía por dentro: un esqueleto enamorado. Esa persona no podía soportar cómo llevaba las uñas pintadas. Yo no pude cargar con el peso de una mirada triste y desolada, le besé y cuando me quise dar cuenta, me robó todo lo que me hacía perdonarte que cuando llegaras a casa se te olvidara la cuestión por la que me necesitabas.

Creo que ya he dejado de creer que tú y yo para siempre, porque ese siempre son palabras que nunca escribiste en tu piel y el viento arranca hasta sentimientos. En un ataque de furia mientras bajaba las escaleras  me deshice de cada una de las partículas que llevaban tu nombre en mi sien.

Aunque no sé si lo vas a entender.


Y así fue,
como
sin querer
queriendo
mis manos se hacen daño
con los cristales
que hay en tu cerebro.

Ya no te ríes a carcajadas con mis mundos paralelos.

Hoy
tampoco
puedo
dejar
de
escuchar
te













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Guapos y guapas